Un heroico rescate se llevó a cabo en la playa de Magaluf, en Mallorca, cuando agentes de la Guardia Civil lograron salvar a un turista que había saltado al mar en un estado de evidente descontrol, fruto de su abuso de alcohol y drogas. El incidente tuvo lugar el 19 de mayo, un día que demuestra los peligros que enfrenta la juventud en zonas turísticas por el consumo irresponsable de sustancias.

La alerta fue emitida desde la central COS, informando que un hombre había caído al agua y no podía regresar a la costa. Al llegar al lugar, los agentes de la Guardia Civil se encontraron con una patrulla de la Policía Local de Calvià que ya había visualizado la situación. El turista, que se había refugiado en la Isla de Sa Porrassa, solicitó ayuda antes de lanzarse de nuevo al agua, lo que complicó aún más su rescate al estar nadando en condiciones muy precarias.

La pronta respuesta de los cuerpos de seguridad fue fundamental. Un agente se dirigió a un hotel cercano para conseguir un flotador, mientras que el otro utilizó una linterna para mantener la ubicación del turista en la oscuridad. En un acto de valiente dedicación, el guardia se lanzó al mar, guiado por los desesperados gritos del hombre, con su compañero iluminando el camino en un esfuerzo conjunto por salvarle la vida.

Después de cinco minutos de intensa búsqueda, el agente logró alcanzar al varón, quien presentaba una alarmante mezcla de pánico e hipotermia. A pesar de la angustia del rescatado, el Guardia logró ponerle el flotador y remolcarlo hasta la orilla, donde se le brindaron los cuidados necesarios a la espera de asistencia médica.

Una vez en la playa, la situación no mejoró. El hombre, que mostraba comportamientos erráticos mezclando euforia con momentos de profunda tristeza y confusión, era claramente víctima de su estado. Un fuerte olor a alcohol y signos de consumo de drogas evidenciaban su delicada situación. A pesar de los intentos por tranquilizarlo, el rescate se tornó complicado cuando comenzó a gritar y a mostrar conducta agresiva hacia los presentes, lo que obligó a la Policía Local a intervenir para controlarlo y, finalmente, detenerlo.