El panorama hipotecario en Baleares ha experimentado un notable aumento en el número de ejecuciones sobre viviendas habituales, alcanzando un total de 32 entre los meses de julio y septiembre. Esta cifra representa un aumento del 10,34% en comparación con el mismo intervalo del año pasado, según refleja la reciente estadística publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el 5 de diciembre.
El propósito fundamental de la estadística del INE es proporcionar de manera trimestral el registro de las certificaciones de ejecuciones hipotecarias que se han iniciado e inscrito en los Registros de la Propiedad durante el trimestre correspondiente. Es importante destacar que no todas las ejecuciones hipotecarias concluyen con el lanzamiento del inquilino, un aspecto que suele ser malinterpretado por algunos sectores de la sociedad.
Durante el tercer trimestre del año, Baleares registró un total de 50 ejecuciones hipotecarias, lo que se traduce en un incremento del 16,28% respecto al mismo periodo de 2023. De estas, 43 se dieron en fincas urbanas, que incluyen los hogares, mientras que 7 afectaron a fincas rústicas, lo que evidencia un comportamiento preocupante en el acceso a la vivienda.
De las 32 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas, 24 eran de propiedad física, mientras que 8 pertenecían a personas jurídicas. Este detalle subraya la creciente implicación de entidades jurídicas en un mercado que debería estar más centrado en la propiedad individual y familiar.
A nivel nacional, el total de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales se situó en 1.718 casos durante el mismo periodo, lo que representa un decrecimiento del 1,1% en comparación con el tercer trimestre de 2023. Esta cifra resulta ser la más baja registrada desde 2019, una tendencia que despierta tanto alivio como inquietud en el sector.
Comparando con el segundo trimestre del presente año, se observa una disminución del 23,8% en el número de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales. Esto podría interpretarse como un leve respiro en un contexto que ha sufrido severo estrés en los últimos años.
En total, entre julio y septiembre se dieron inicio a 4.121 ejecuciones hipotecarias, lo que representa un incremento del 22,8% frente al mismo periodo del año anterior, aunque también se refleja una notable caída del 25,5% respecto al trimestre anterior. De estas, 3.874 ejecuciones afectaron a fincas urbanas y 247 a fincas rústicas.
Dentro del grupo de fincas urbanas, las ejecuciones por hipoteca aumentaron un 22% en términos anuales, aunque disminuyeron un 25,2% en comparación con el trimestre anterior. En este contexto, 2.575 ejecuciones fueron específicamente sobre viviendas, marcando una subida del 10,2% con respecto al tercer trimestre de 2023, pero con una caída del 20,2% intertrimestral. Entre estas, 2.079 fueron sobre viviendas de propietarios físicos, lo que representa un descenso del 1,5% frente al año anterior y un dramático -23,8% en el trimestre.
Por otro lado, las ejecuciones hipotecarias que involucraron a propietarios jurídicos se incrementaron un 119,2% en comparación con el año anterior, aunque experimentaron una ligera disminución del 0,4% en términos trimestrales, totalizando 496 casos. Asimismo, se reportó que las ejecuciones sobre solares también crecieron un 23,5% interanual, aunque bajaron un 2,9% trimestral hasta alcanzar un total de 100.
Finalmente, en el segmento de fincas rústicas, las ejecuciones hipotecarias están en aumento, con un incremento del 37,2% interanual. No obstante, también se debe señalar una disminución del 30,8% en comparación con el segundo trimestre del año, lo que sugiere un comportamiento volátil del sector.
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