El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de un empresario por la muerte de un trabajador en una empresa de transportes en Mallorca. La sentencia establece una pena de tres meses de cárcel y multa para el acusado.

El accidente ocurrió en octubre de 2017, cuando el trabajador intentaba sacar una estufa pesada por una ventana a cuatro metros de altura. Sin embargo, el peso de la estufa fue demasiado y el hombre cayó al vacío, sufriendo graves lesiones.

La sentencia no respalda las acusaciones de la esposa del fallecido y la Fiscalía de que el empresario intentó ocultar el accidente. Además, no se considera probado que el acusado ordenara a un testigo que se marchara debido a su falta de contrato laboral, ni que limpiara la sangre de su vehículo o diera instrucciones sobre la declaración a las autoridades.

Sin embargo, el tribunal considera al empresario responsable de haber creado un riesgo grave para la vida e integridad de los trabajadores al no establecer un procedimiento de trabajo específico y seguro para la realización de tareas. La sentencia también reconoce que el trabajador actuó de manera negligente al no utilizar los elementos de sujeción proporcionados por la empresa.

La víctima quedó parapléjica y falleció después de casi 300 días en el hospital. La sentencia estableció una indemnización de más de 360.000 euros para la viuda y sus dos hijos.

La condena inicial impuesta por el Juzgado fue de seis meses de cárcel, pero la Audiencia la redujo a tres meses al eliminar el delito de homicidio imprudente y dejar solo el delito contra la seguridad de los trabajadores.

En su revisión de la sentencia, el Tribunal Supremo solo modificó la retirada de una atenuante por parte del acusado, ya que el monto consignado por la esposa no alcanzaba ni el 1 por ciento de la indemnización total. Sin embargo, esta modificación no afecta a la pena impuesta.